La Navidad se acerca, y sin darnos cuenta llega el Adviento, el compás de espera, es tiempo e Paz y Esperanza, que tanta falta hacen.
Tiempo de reflexión y de buenas intenciones.
Tiempo que nos dice, lo que repetimos durante todo el año, pero que ahora sí, lo vemos más cerca.
Tiempo, lo que es tiempo, ya casi no queda, y en breve tendremos en nuestros buzones, aunque sean electrónicos, la ansiada carta de nuestros capitanes.
Ahora sí es tiempo de decirlo...esto ya está aquí.
ALÉGRENSE PORQUE EL DÍA SE LEVANTA...
Alégrense porque el día se levanta
y el sol de la justicia ya se asoma
que destilen los cedros sus aromas
cuando el cielo y sus aves ya le cantan.
Alégrense, el Señor que ya se acerca
y enamora en el perfume de su paso
es príncipe de Paz y con su abrazo
reconstruye en su bondad el alma muerta.
Alégrense que el Señor de los señores
vestido de jazmín y de jacinto
llega envuelto de sol y es el Dios vivo
en que se gozan la luz y los amores.
Esta cerca y exorciza los temores
ilumina la angustia y la tristeza,
Él renueva la vida en su pureza
y descubre del encuentro sus sabores.
Está cerca y reclama tu presencia
para encender en tus ojos la esperanza
anidar en tus entrañas la confianza
y endulzar la amargura de la ausencia.
Fray Alejandro R. Ferreirós
Avanti hijo, que ya queda poco...